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domingo, 9 de febrero de 2014

Nuevamente un Juniors-Racing que termina con incidentes. Otra vez la intolerancia de unos y la inoperancia de otros. Una historia con antecedentes que se vuelve a repetir



El partido de ayer en cancha de Juniors me retrotrajo a tiempos que pensé habían quedado atrás, muy atrás. Los hinchas de Racing de mi generación, los de mas de treinta, recordarán cómo fueron aquellos años de agonía futbolística e institucional en la vieja Asociación Cordobesa de Fútbol. Años en los cuales ir de visitante era ir preparados para la guerra, literalmente.

Jugar en Arenales y San Nicolás siempre fue todo un tema. Cuando Racing cayó a la liga, allá por 1993, se institucionalizó practicamente un clásico con General Paz Juniors que no tuvo, no tiene ni tendrá jamás razón de ser. Un clásico que no es tal para el hincha académico. En fin, no es ese el punto. Una final de liga que terminó con invasión de gente al campo de juego, y una innumerable cantidad de hechos violentos en los sucesivos encuentros -en ese mismo escenario- de ahí hasta acá, indudablemente merecen ser analizados ya no como cisrcunstancias aisladas.

No se puede jugar mas en esa cancha éste tipo de partidos. No al menos con ambas hinchadas. El recuerdo de aquellos años no es mera casualidad, lo hago para puntualizar de que nada ha cambiado en los últimas dos décadas. La policía sigue actuando de la misma manera y la tribuna visitante sigue sin brindar ni una mínima estructura de seguridad para la familia que sigue yendo a pesar de todo. No hay baños, no hay siquiera una canilla de la que salga agua para refrescarse, y eso en una jornada de calor agobiante como la de ayer, es esencial. Las condiciones en esa tribuna son deplorables.

No me quiero detener en eso solamente, repito, lejos estoy de justificar a los mismos de siempre que ocasionan disturbios. Pasó algo parecido hace quince días en cancha de Racing en un amistoso con Peñarol y ahí no había ni siquiera policías. El problema está enquistado y hay que erradicarlo de una vez por todas por el bien del club. Volviendo a lo otro, espero que alguien tome cartas en el asunto. Si la solución es que se juegue sin público visitante, y bueno, háganlo. Pero hagan algo porque el día que haya muertos será demasiado tarde.

Cierro ésta nota con un dejo de inocencia. No quiero pensar en las causalidades, mas bien prefiero creer en la casualidad. Operativos caros, clubes haciendo malabares para pagarlos y teniendo que pedir menos adicionales para seguir subsistiendo. ¿No estaremos siendo rehenes de "algunos" a los que les convendría que la cantidad de uniformados apostados en las canchas se duplique? Yo ví, nadie me contó, a efectivos del orden tirarle piedras a los hinchas de Racing anoche en medio del caos. Pienso en el 4 de diciembre pasado y me doy cuenta de que sigo siendo un iluso.


Foto: Prensa Club A. Racing

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