El que agarre el diario de hoy sábado y vea el cuadrito con el resultado, pensará que Racing ganó este partido porque lo aplastó al rival. Pero creame que no fue así. Un Racing que mostró muchísima actitud, que batalló cada pelota como la última, pero que tuvo muy pocos tintes futbolísticos a la hora de disputar los 90 minutos.El rival otro tanto y que encima desperdició infinades de situaciones.
Menos de 1000 personas estuvieron presentes en el Estadio de Vargas allí en las adyacencias de La Rioja Capital para presenciar este partido. Que tenía de antesala a dos equipos que no venían nada bien, sobretodo la Acadé que venía cosechando pocos puntos (2 de 9) y las preocupaciones de que el desempeño futbolístico no era el mejor.
Al término del primer tiempo seguía todo igual, empate sin goles en un partido que tuvo más patadas que toques y más laterales que córners, algo que habla a las claras que no había un despliegue futbolístico interesante. Pero se metía y mucho. Como será así que Brítos, el 9 de Independiente, después de que terminara un ataque de Racing, le propinó un codazo al propio Gustavo Canto, el árbitro Infante sin ver la jugada expulsa a Fabro, defensor del riojano, al pensar que él había codeado al marcador de la Acadé. Para compensar tamaño error después vio la roja Rodrigo Pavón. Así se maneja el arbitraje en este torneo.
El segundo tiempo pintaba para igual, no había nada adentro de la cancha que pueda darle a Racing ni al rival una peligrosidad latente para las áreas rivales. Estoy seguro que si la dupla Moyano/Silva no hubiese puesto en cancha a Albiñana y a López, respectivamente, hubiera terminado en un 0 a 0 más grande que La Rioja. Pero el ingreso de estos dos suplentes, hizo que el partido se inclinara mucho para Racing, sobretodo con la excelente actuación de Pablito López que le ofreció picardía e inteligencia a la hora de atacar. Justamente de una falta que le cometieron a él, llegó la expulsión de Villa y el primer gol de la Academia. En el segundo gol una guapeada de "Chupete" Albiñana hicieron revivir a Racing de las cenizas.
Toda la emoción del partido se dio en esos fantásticos 10 minutos finales donde La Acadé se dio cuenta, a través de López y Albiñana, que el fútbol siempre le gana al choque físico. Que con un manojo de ideas y tratar de jugar la pelota por el piso(en una cancha en paupérrimas condicines) se llega más fácil al arco rival. Ese es el camino que tiene que recorrer Racing si quiere ascender. Tiene que ser el distinto, no solo afuera de la cancha, sino también adentro. En una categoría donde se pega más de lo que se juega, la acadé tiene que elegir el otro camino si quiere sobresalir del resto. Y de esta manera llegar al deseado ascenso.
Anoche Racing mostró que no está moribundo, sino que con un poquito de fútbol hace la diferencia. Fue muy positiva la victoria no solo en lo cuantioso de los 3 puntos, sino en lo emocional del plantel. La euforia de esos jugadores cuando Infante terminó el partido fue inmensa, y un triunfó así le hacía falta a la Acadé
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