Una de tres

Racing le ganó a Central Norte de Salta 2 a 0 con goles de Rami y Bubas. Las ilusiones siguen intactas, deberá ganarle a Alumni para forzar otro desempate y ahí poder salvarse

Bubas (10) y Rami (9) se abrazan tras el gol del Flaco.
Foto: Mario Sar

Para empezar a cronicar lo que pasó, perdone si mis expresiones son burdas, o muy criollas. Le digo ésto, porque a veces las palabras bellas por más hermosamente queden escritas no describen a la perfección lo que pasa o pasó.

De movida, el horno no estaba para bollos. Los ánimos estaban caldeados. Se esperaba lo peor, aquellos esperaban lo peor. La policía advertía a vecinos y locales comerciales que cerraran todo, que guardaran sus autos, porque si el resultado era negativo iba a haber desmanes. Armaron un operativo como si los hinchas de Racing fueran todos presidiarios a punto de un motín. Le revisaron hasta las ganas de vivir a los que hacían la cola para entrar a su casa. El hincha llegaba con ilusión, pero con miedo también. No es menos hombre aquel que tiene miedo. Hombre es aquel que enfrenta su peor miedo, lo mira cara a cara y lo encara sin importar consecuencias. Y ahí estaba el hincha, enfrentando su peor miedo, el descenso. No pudo ni comer en la casa. Que mierda iba a pasar ese bocado de comida si tenía alto nudo en el estómago. Estuvo toda la semana pensando en ese maldito partido. Y que si no ganaba iba a tener que volver a ver a su amor otra vez en el Argentino B. Sabía que era jodido, encima el rival venía a jugarse la clasificación. Que si llegaba Rami, que Cejas no. Para el colmo de males, justo un día como hoy en 2002 Racing descendía de la B con Platense.

Llegaron todos y los nervios comenzaron a hacer mella. Arrancó el partido y en la primera clara... PENAL. Dudoso? Sí, muy. Pero que van a venir a hablar de que si fue dudoso o no, si no le cobraron como 30 penales en el torneo que fueron clarísimos. "Sabes si nos hubiesen cobrado todos los que eran, estaríamos salvados" me dijo uno. Una vez, una, alguna vez se tenían que equivocar a favor de Racing viejo. Esa pelota quemaba, de verdad. ¿Quién iba a querer patearlo? Sabés que? llegas a errar ese penal y estabas frito. Además de que quemaba la redonda, pesaba como la puta madre. Mil kilos más o menos. Y ahí, el hombre-gol. Con toda esa presión, agarró la bola y la chantó en el punto penal. El flaco, ese, el que juega con la 9. Dicen que había hecho 42 goles ya con apenas más de 100 partidos con la casaca de Racing. Después de las mil protestas y de que Maino se lo chamuyara para ponerlo nervioso, Rami le pegó de forma extraña. Pero esa pelota que pesaba una banda y que estaba mas caliente, tuvo su encuentro más cercano con la red. El "9" ponía el 1 a 0 a los 9.

Apenas dio tranquilidad, casi desde el vestuario comenzó ganando pero... Si sos de Racing naciste "pa' sufrir". De a poco, los errores defensivos comenzaron a darse como en casi todos los partidos. Giménez, el volante-defensor por izquierda de Central Norte, se proyectaba siempre al ataque y sacudió la modorra con un bombazo de 35 metros que Godoy salvó oportunamente. El partido cayó en una meseta, y La Academia solo inquietaba de pelota parada. No sólo porque le faltaran recursos a la hora de generar juego, sino que los defensores del Cuervo le pegaban hasta la madre. Tuvo al rededor de 30 tiros libres sobre la derecha. Uno de Trejo desviado por el segundo palo, otro del lateral que sacó Maino en el primer poste y un cabezazo de Bubas que se fue besando el caño, fueron los más peligrosos. La visita caía recurrentemente en fueras de juego de Perillo y faltas en ataque de Noir. Magno, su generador de juego, estaba lejos del nivel que supo mostrar antes.

El final de los primeros 45 vinieron justo. La Academia estaba muy metida atrás y era sólo cuestión de tiempo que le empataran. Islas acomodó piezas en el entretiempo. El miedo seguía latente, se disiparía sólo con otro gol que pudiera liquidar el cotejo. Gol que le costaría en demasía conseguir al albiceleste. Primero aguantó los primeros 10, el ingreso de Gastón Molina a la zaga central le dio el orden que siempre tuvo que tener. Cierto es, también, que perdió peso ofensivo. Central Norte? Bien, gracias. Godoy no tocó ni una pelota en el complemento. Pero el miedo seguía. Cuántas veces le han empatado a Racing sobre la hora un rival que ni le había llegado. Había que liquidarlo. Como fuese. Bubas intentó con una chilena sensacional que el guardameta salteño sacó formidablemente. El mismo chico de Esquel remató de lejos y otra vez el portero opuso resistencia. Parecía que la circunferencia blanca se negaba a entrar dentro de los 3 palos.

Ingresó Sabedra en Racing y Omar Jorge tiró toda la carne en el asador para intentar empatarlo. A todo ésto, se había quedado la visita, con uno menos por una infantil expulsión de Noir. Primero protestó un offside y luego pateó la redonda a cualquier parte, cuando vio la amarilla le dijo algo al juez y éste lo mandó a las duchas. Quedaban 20 y el miedo comenzaba a ser derrotado, sólo faltaba el golpe de Knock-out. Faltando siete, Fernández "a lo Gasparini" (dijo Rivas) metió freno y pase sensacional para Oviedo que en soledad lo vio a Bubas por el otro lado, a Nico le picó y definió suavemente de cabeza a contrapierna del arquero. No entraba más esa pelota, estuvo suspendida en el aire como 5 minutos. Cuando acarició la red, el público explotó. Su máximo temor, había sido vencido. Le ganó la primer batalla. Como debía hacerlo, de frente.

Sólo quedó tiempo para una guapeada del capitán, corrió 90 metrós y cuando quedó cara a cara con Maino lo desacomodaron y la tiró fuera. Merecía ser gol, pero finalizó con un penal alevoso que el juez no cobró. Fue victoria de Racing. Por primera vez siendo absolutamente superior al rival. Contando con muchas chances de gol e invitando a todos a seguir soñando. Soñar no cuesta nada y hoy se demostró que se puede. Se viene Alumni, se viene otra final y no hay margen de error! Ya se habla y se polemiza dónde se va a jugar. Queda mucho, pero piense en eso mañana. Disfrute hoy de ésta victoria! Usted se lo merece