Racing dio vuelta y ganó un partido
que tuvo todos los matices. Cuando mejor jugaba las cosas se le
complicaron y cuando era un manojo de nervios apareció la entrega de
esos 11 guerreros que cambiaron el destino que parecía ya cerrado.
Pese a haber
vivido la semana más crucial, en estos últimos meses, en la vida
institucional del club y siendo ellos uno de los focos principales a
toda la problemática. Los jugadores de Racing salieron a buscar el
partido como si nada pasara. Dejando de lado estas cuestiones y
poniendo el gran presente futbolístico por encima de todo.
Adentrándose en
el encuentro, los de la dupla Moyano-Silva salieron definitivamente a
buscar el partido haciendo una de sus mejores presentación en lo que
va del torneo Argentino B. Muchos toques, llegadas y oportunidades
tuvo la Acadé para abrir el marcador en la primera etapa, pero la
poca precisión a la hora de definir le imposibilitó vencer la valla
de Santellán.
Una gran primera
parte de Federico García le dejaba la tranquilidad al hincha de
Racing que el gol estaba al caer, que en cualquier momento iban a
estallar las aproximadamente 4000 gargantas que estaban en el Sancho. Además tuvo
intervenciones muy buenas Pablo López y Federico Inestal que
encontraron la manera más eficaz de dejarle la pelota a los
delanteros, sobretodo a Esteban Cassino, estos últimos estuvieron
flojos a la hora de terminar las jugadas.
Se bajaba el telón
de la primera etapa y tanto los jugadores como los hinchas tenían la
calma de saber que el gol estaba al caer. Que Defensores de la Boca
no tenía agresividad a la hora de atacar. Y de la misma manera que
culminó el primer tiempo, empezó el segundo, con Racing avasallando
al rival constantemente.
Pero los minutos
corrían y parecía un problema crónico el de la definición, allí
fue cuando se retiró del campo de juego Argüello para darle un poco
más de peso ofensivo a través de Cristian Ruíz. Nada de eso
ocurrió y cada ves el albiceleste contaba con menos recursos para
poder ir ganando el partido.
El quiebre fue a
los 33 minutos que en un ataque rápido del rival dejó solo a
Ricardo Granillo ante Martín Silva que en esta ocasión nada pudo
hacer. Gol de los riojanos y le faltaban explicaciones al al partido,
parecía injusto que el dominador perdía. Esto sumado a la expulsión
de Leandro Beterette hicieron que por un momento se pensara
irremontable el resultado.
Con 10 en cancha
todo parecía más complicado, hasta que el pésimo árbitro del
partido le cobró una falta a favor de Racing y en esa misma jugada,
ya casi terminado el tiempo reglamentario, Sebastián Vezzani tiró
un centro magnífico para que Lucas Trejo solamente tenga que rosar
la pelota para poner las cosas pardas de nuevo.
El estallido de
alegría de la gente académica fue impresionante, se hacía justicia
en el campo de juego. A todo esto el elenco dirigido por Brizuela se
“entregaba” a lo que dispusiera Racing en los 5 minutos
adicionales que faltaban. La seguidilla de ataques académicos le
hacíán creer que se podían quedar los 3 puntos en Nueva Italia. Y
a los 91 minutos de juego con un potente remate de Rodrigo Pavón
selló la vitoria para los locales.
Cerraron una noche
que tuvo todas las emociones y que Racing cuando mejor jugaba no pudo
vencer a su rival, pero cuando la situación era desfavorable
aparecieron, de nuevo, esos 11 guerreros, si esos que hace 3 meses
que no cobran. En el ambiente futbolístico donde a los jugadores
parece que solamente le interesa lo económico, este plantel es fuera
de serie hacía muchísimo tiempo que no había personas que
defendieran tanto estos colores. Ojalá que esto inspire a los que
comandan este barco llamado Racing y aprendan que con unión y
poniendo el escudo por encima de todo, se sale adelante.
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