El dolor mas grande

En un partido para el infarto, la academia cayó derrotado por penales con Alumni y perdió la categoría. Un final anunciado

El llanto del capitán. Foto: http://www.facebook.com/lasinferiores

Se veía venir, seamos honestos. Pero no por predecible deja de ser todo lo doloroso que es, aún cuando éste desenlace tuvo y tiene matices realmente increíbles. Una dirigencia nefasta -la anterior- que fue "padre de ésta criatura", un plantel en su mayoría sin personalidad, capacidad ni jerarquía para llevar puesta una camiseta con historia, y un técnico que los trajo y no tuvo siquiera la suficiencia necesaria como para sacarle un mínimo de rédito, futbolísticamente hablando.

Las cosas se hicieron mal desde el principio, está claro, y el descenso habla por sí solo. Hay culpables con todas las letras, y hay responsables directos. Esta Comisión -con aciertos y errores- asumió en uno de los momentos institucionales y deportivos mas críticos; y sin embargo jamás "le esquivaron al bulto", lidiaron con un enfermo casi terminal y le devolvieron la ilusión a los hinchas en tiempos de precariedad absoluta, digo, a aquellos hinchas que ven mas allá de una pelota de fútbol y entienden que un club en serio se construye desde otro lugar.

Conmueve el llanto de la gente anoche en el Kempes, pero mas conmueve el aliento de esas diez mil gargantas que dejaron la vida en la tribuna, y demostraron que Racing está vivo, aún en el descenso. Somos hinchas de los colores, no de la categoría. Pero también tenemos nuestra cuota de responsabilidad en éste caos, sería de necios negarlo. Un club, cuyos socios permitieron que una dirigencia haga y deshaga a voluntad sin hacer valer sus derechos y controlar, termina siendo complice (sin querer serlo, obvio) de la estafa. Que no vuelva a ocurrir, nunca es tarde para cambiar la idiosincrasia, siempre y cuando sea para bien.

Como verán, el partido con Alumni es hoy una triste anécdota, no por subestimar a un rival que nos ganó bien, sino por entender que el descenso se había consumado mucho antes, dentro y fuera de la cancha. Aún asi, el torneo le dió hasta último momento la chance de reivindicarse, y una vez mas Racing la dilapidó. Vuelvo a decir, jugadores que no estuvieron nunca a la altura de las circunstancias y que jamás entendieron ni entenderán lo que significa vestir la celeste y blanca, la de Gasparini, la de Amuchástegui y la de Vangioni, mas acá en el tiempo. Me saco el sombrero por el "flaco" Rami, un hincha vestido de jugador, ese tipo merece un monumento, no me jodan.

Ya está, a Racing hay que refundarlo, y para eso se necesita unión. Hay que empezar ya mismo a cimentar la vuelta lo antes posible, sentar las bases y trabajar, no hay otra receta. "Un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla" dicen, y la academia es un fiel ejemplo de ello. Espero que aprendamos la lección, espero que los socios que asumieron el compromiso de colaborar con el club lo sigan haciendo y entiendan que a Racing lo sacamos adelante entre todos, cada uno desde su lugar.

Malditos sean los que te destruyeron, devastaron y vaciaron, academia. Malditos sean esos que hoy disfrutan encima de tus cenizas, por haber logrado su cometido. Pero ya está, a sacudirse, levantarse y seguir caminando con toda esa grandeza a cuestas. Nos vemos en septiembre porque el sentimiento no termina acá, éste amor no entiende de categorías.